viernes, 18 de diciembre de 2009

el arbol de navidad


El Árbol de Navidad es un árbol decorativo, típico de la fiesta de Navidad. Tradicionalmente suele emplearse una conífera de hoja perenne, Se decora con elementos navideños como bolas, luces, estrellas, lazos, espumillones y otros elementos decorativos.

Historia
Cuando los primeros cristianos llegaron al norte de Europa, descubrieron que sus habitantes celebraban el nacimiento de Frey, dios del Sol y la fertilidad, adornando un árbol perenne, en la fecha próxima a la Navidad cristiana. Este árbol simbolizaba al árbol del Universo, llamado Yggdrasil, en cuya copa se hallaba Asgard (la morada de los dioses) y el Valhalla (el palacio de Odín; y en las raíces más profundas estaba Helheim (el reino de los muertos). Posteriormente con la evangelización de esos pueblos, los cristianos tomaron la idea del árbol, para celebrar el nacimiento de Cristo, pero cambiándole totalmente el significado.

Se dice que san Bonifacio (680-754), evangelizador de Alemania, tomó un hacha y cortó un árbol que representaba al Yggdrasil (aunque también pudo ser un árbol consagrado a Thor), y en su lugar plantó un pino, que por ser perenne, simbolizó el amor de Dios, adornándolo con manzanas y velas. Las manzanas simbolizaban el pecado original y las tentaciones, mientras que las velas representaban la luz de Jesucristo como luz del mundo. Conforme pasó el tiempo, las manzanas y las luces, se transformaron en esferas y otros adornos.

Después se agregó la tradición de poner regalos para los niños bajo el árbol, enviados por los Reyes Magos, Olentzero o Papá Noel dependiendo la leyenda de la región donde se encuentre.

[editar] El Árbol de Navidad en Europa
Es posible que el primer árbol de Navidad, como le conocemos en la actualidad, se registre en Alemania, donde se implantó por primera vez en 1605 para ambientar el frío de la Navidad, comenzando así su difusión. A Finlandia llegó en 1800, mientras que a Inglaterra lo hizo en 1829, y en el Castillo de Windsor se vio por primera vez en 1841, de la mano del príncipe Alberto, esposo de la reina Victoria.[2]

La costumbre de adornar el árbol navideño en los hogares españoles fue traída en el año 1870 por una mujer de origen ruso llamada Sofía Troubetzkoy, que después de enviudar del duque de Morny, hermano de Napoleón Bonaparte, contrajo segundas nupcias con el aristócrata español Pepe Osorio, el Gran Duque de Sesto, uno de los mayores promotores de la Restauración borbónica que permitió a Alfonso XII reinar. Por ello, parece ser que la primera vez que se colocó un árbol navideño en España fue en Madrid, durante las Navidades del año 1870, en el palacio de dichos nobles, edificio que ocupaba el lugar donde actualmente se contempla el Banco de España, en el Paseo del Prado, esquina con la Calle de Alcalá.[3]

Elementos decorativos del Árbol de Navidad

Bolas o esferas de motivo navideño.La tradición de adornar el árbol navideño parece que se inició en Alemania y Escandinavia en los siglos XVI y XVII, extendiéndose posteriormente a otros países europeos. Para su decoración se emplea en la actualidad una gran diversidad de objetos y elementos, siendo los más tradicionales:

Estrella: colocada generalmente en la punta del árbol, representa la fe que debe guiar la vida del cristiano, recordando a la estrella de Belén.
Bolas: al parecer en un principio San Bonifacio adornó el árbol con manzanas, respresentando con ellas las tentaciones. Hoy día, se acostumbra a colocar bolas o esferas, que simbolizan los dones de Dios a los hombres.
Lazos: Siempre se ha pensado que los lazos representan la unión de las familias y personas queridas alrededor de dones que se desean dar y recibir.
Luces: en un principio velas, representan la luz de Cristo.
Significado religioso
Decoración de un árbol de Navidad.El árbol de Navidad recuerda al árbol del Paraíso de cuyos frutos comieron Adán y Eva, y de donde vino el pecado original; y por lo tanto recuerda que Jesucristo ha venido a ser Mesías prometido para la reconciliación. Pero también representa al árbol de la Vida o la vida eterna, por ser de tipo perenne.
La forma triangular del árbol (por ser generalmente una conífera), representa a la Santísima Trinidad. Las oraciones que se realizan durante el Adviento se diferencian por un color determinado, y cada uno simboliza un tipo:

El azul las oraciones de reconciliación.
El plata las de agradecimiento.
El oro las de alabanza.
El rojo las de petición.
Origen alternativo según algunas Iglesias Cristianas
Según la Iglesia Evangelista y otras Iglesias Cristianas, el 25 de diciembre es la fecha observada por los paganos de la antigüedad como el día del nacimiento del hijo de la Madre de los Cielos, asociado con Nimrod y el dios del sol. Semiramis y sus seguidores sostenían que en el 25 de diciembre, un árbol siempre verde brotó durante la noche de un tocón seco en Babilonia, y que Nimrod volvería secretamente todos los años a la misma hora para dejar presentes en el árbol. Estas Iglesias consideran que ese fue el comienzo de lo que ahora se celebra como Navidad.

El 8 de diciembre se impone comenzar a armar el Árbol de Navidad, normalmente un pino o un abeto, tradición cristiana que reconoce raíces paganas, especialmente de los celtas, que al comenzar el solsticio de invierno adornaban un roble -su árbol sagrado- para asegurarse el regreso del Sol.

Aunque el árbol navideño y la Virgen María no tengan ninguna relación, la Iglesia buscó la forma de establecerla, promoviendo que se comenzara a armarlo el Día de la Inmaculada Concepción, a lo que la superstición le añadió que "es para tener suerte".

En invierno, los robles pierden sus hojas, de ahí que los celtas le adosaran pequeñas antorchas y ramas de especies perennes, en la creencia de que así lo protegían del frío invierno y lo ayudaban a recobrar fuerzas para retoñar en primavera.

Hoy, la ceremonia es más expeditiva: se va al mercado, se compra un pino o un abeto de plástico y se le cuelgan moños de seda, globos brillantes y luces eléctricas. Cabe agregar que la costumbre cristiana de colocar regalos a los pies del árbol y abrirlos en Navidad, también proviene de los celtas, quienes una vez producido el solsticio (21 de diciembre) se repartía entre las antorchas como augurio de un pronto verano.

En el norte de Europa existió además el Árbol del Universo, llamado Yggdrasil, en cuya copa estaba el palacio de Odín, el máximo dios, de donde los primeros evangelistas tomaron la idea del árbol para celebrar el nacimiento de Cristo, pero cambiándole el significado.

Ocurría que mientras a Yggdrasil se le ofrecían sacrificios humanos, para los cristianos eso no hacía falta: Jesús ya había dado su vida en los maderos de la cruz (el árbol) para salvar a la humanidad.

A propósito de esto se cuenta que san Bonifacio, evangelizador de Alemania, sesgó con un hacha un árbol que representaba el Yggdrasil y ante el cual se estaba por sacrificar a un niño; y que de allí brotó milagrosamente un abeto.

Mientras los cristianos protestantes eligen el pino, los católicos no dudan en preferir el abeto y esto tiene que ver con que fue Martín Lutero, padre de la Reforma, quien impuso el pino como Árbol de Navidad, porque sus hojas, que simbolizan el eterno amor a Dios, debían ser perennes.

A esta idea también adhirieron los católicos, pero para distinguirse de los protestantes lo suplantaron por el abeto, que además de hojas perennes, tiene una forma triangular que representa a la Santísima Trinidad.

Por su parte, los judíos poseen su Árbol de la Vida, que no existe materialmente, pero que se dibuja con diez redondeles, que representan las diez emanaciones espirituales o sefirots, a través de las cuales Dios habría dado origen a todo lo existente.

Estas diez emanaciones se interconectan a su vez con las 22 letras del alfabeto hebreo y su compleja interpretación entra en el terreno de la Cábala. El Árbol de Navidad también recuerda al manzano del Paraíso de cuyos frutos comieron Adán y Eva, y de donde provino el pecado original.

Normalmente se cree que vestir el árbol enteramente de rojo, depara pasión; si de oro, riqueza; si de blanco, paz; si de azul, tranquilidad; si de amarillo, éxito; si de naranja, alegría; si de marrón o beige, trabajo; si de verde, esperanza.

Pero para los católicos devotos, el simbolismo es otro: las esferas representan los rezos que se hacen durante el período de Adviento y sus colores responden, si son rojas, a peticiones; si plateadas, a agradecimiento; las doradas son de alabanza y las azules de arrepentimiento. Además, la estrella que se acostumbra poner en la punta del árbol representa la fe que debe guiar la vida del cristiano.

El Árbol de Navidad debe poseer entre 24 a 28 esferas, dependiendo de los días que tenga el Adviento, que se van colgando desde el 8 de diciembre hasta Nochebuena, y cada una se acompaña de una oración o un propósito.

Pasado el día de Reyes Magos, el árbol de plástico es despojado de sus adornos, doblado al medio y guardado hasta el próximo año en una caja, bien arriba, en el placard, para que no moleste. Pese a la perennidad que simboliza, sobrevive menos de un mes: apenas entre el 8 de diciembre y el 6 de enero

2 comentarios:

  1. muy bueno felicitaciones

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  2. gracias por tus comentarios desdes luego seguire actualizando el blog con mas informacion los esperamos todos los sabados de 17 a 20 hs (horario argentina) por la heavy metal radio www.heavymetalradio.com.ar

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