jueves, 25 de junio de 2009

especial 'los enterrados vivos'


Enterrados vivos

Se trata de uno de los miedos más intensos y primarios. El ser humano siempre ha sentido pavor a despertar en el interior de un ataúd, sepultado bajo tierra. La historia está plagada de casos semejantes y de inventos y trucos para escapar a esa posibilidad. Desde la época griega hasta hoy, la pregunta siempre ha sido la misma: ¿de verdad se entierra viva a la gente?

A comienzos de los años 80 del siglo XX, la prensa alemana publicó una serie de reportajes sobre posibles fallos en el diagnóstico de la muerte de diversos ciudadanos. Realmente no hubo datos concretos para asegurar que esas personas habían sido enterradas vivas, pero los diarios sensacionalistas hincharon la noticia hasta crear un tremendo clima de alarma social. Volvía a resurgir un miedo que parecía ya superado: ser sepultado en vida.

Precisamente fue Alemania la nación que más había temido esa posibilidad en el pasado, la que más debatió sobre el tema y de la que surgieron los inventos más fascinantes para erradicar tal miedo. Ya desde la Antigüedad clásica se conocen casos de personas a las que se enterró sin certificar correctamente su muerte. Tanto el cónsul Acilio Aviola que cierta tarde murió en su residencia el hombre fue conducido a la pira funeraria y cuando las primeras llamas rodearon su cuerpo los presentes escucharon los gritos aterradores del presunto cadáver que por descuido paso así a mejor vida, y el pretor Lucio Lamia, quien despertó en su piras funeraria antes de ser incinerado.

El historiador Plinio “el viejo” menciona varios episodios y algunos más en los que personas que fueron llevadas en sus féretros regresaron a casa andando tras “revivir” en el último instante. Plutarco habla de un hombre que se despeñó y permaneció inmóvil durante tres días, volviendo en sí cuando sus amigos ya lo trasladaban a la tumba, y Platón relata otros sucesos semejantes en sus escritos.

En aquel tiempo la medicina consideraba como signo de muerte más fiable la ausencia de latidos en el corazón, pero hoy se sabe que determinados casos de traumatismo craneal, la epilepsia, la hipotermia o la intoxicación por drogas, pueden colocar al sujeto en una situación muy cercana a la muerte, pero con posibilidad de reanimación. En el pasado esto no se sabía, aunque ya el célebre médico griego Galeno aconsejara ser prudentes ante la histeria, la asfixia, el coma y la catalepsia.

Tal recomendación no evitó que, con toda seguridad, cientos de personas acabaran “resucitando” en sus féretros o mortajas, muriendo por la ausencia de aire. El hombre aprendió a vivir con esa posibilidad, hasta el siglo XVII, cuando el miedo a despertar sepultado fue el centro de un acalorado debate entre los científicos de la época. La culpa la tuvo el libro de Christian Friedrich Garmann De miraculis mortuorum, un tratado sobre los milagros de los muertos que vio la luz en 1670 y que se fue ampliando hasta llegar a las doce mil páginas.

En él, Garmann refleja las creencias y supersticiones del mundo de los cadáveres. Los lectores encontraban en su lectura cuerpos sin vida que aumentaban de tamaño, se movían, reían, y hasta cadáveres cuyos corazones continuaban latiendo. De aquel libro provienen muchos de los relatos que, a la postre, sembrarían el terror a ser enterrado vivo. Hay historias de mujeres muertas que, tras ser desenterradas, se observa que dieron a luz a niños en el féretro, cuerpos que aparecían con los dedos comidos y con las mortajas arrancadas a dentelladas.

Para los hombres de aquella época todo se debía a casos de vampirismo o a milagros de carácter apocalíptico. Tuvieron que pasar 50 años para que el hombre entendiera que se debía a un error propio

LA CATALEPSIA
Esta dolencia se define científicamente como el estado nervioso patológico en el que se suspenden las sensaciones y se inmoviliza el cuerpo en cualquier postura, por antinatural e incómoda que resulte. En ella, las personas mantienen el cuerpo en la posición en la cual son colocadas. Esta reacción se suele observar en casos severos de esquizofrenia catatónica, pero también puede ser inducida por el estrés o por medicamentos tales como el haloperidol.
La catatonia de Kahlbaum constituye una afección que presenta una característica clínica bien precisa. El enfermo se presenta como doblado sobre sí mismo. Si se lo elonga, su flexión es tal que toma la postura de un feto, por lo que algunos psicoanalistas explican la catatonía como un retorno al estado fetal. Esta actitud en flexión -que si queremos enderezarla se acompaña de una resistencia activa muy fuerte-, constituye el síntoma mayor de la catatonía, el negativismo u oposición al cambio de posición.
Por otra parte, el semblante del catatónico es de una palidez especial, debida a una vasoconstricción de los vasos y capilares de la cara. Si sumamos a este color terroso del rostro la desaparición de la vivacidad en la mirada, tenemos la impresión de encontrarnos verdaderamente con un cadáver.
Algunos creen que no se trata de ineficiencia por parte de los profesionales de la medicina, sino que el fenómeno paranormal existe. Por alguna razón la muerte clínica es certificada, aun con el uso de un osciloscopio y su marca horizontal y el trazo plano. Sin embargo, el suceso se verifica luego, cuando se realizan exhumaciones en distintos cementerios, particularmente de pueblos donde no existe tecnología para determinar fehacientemente la muerte somática.
LAS DEFINICIONES DE LA MUERTE
Aunque sin duda pecaremos de falta de rigor científico, aquí se hace necesario definir las tres etapas que involucra la muerte: la clínica, la somática y la molecular.
La clínica es aquella que dictamina un médico, a través de cierto protocolo que puede incluir el uso de un estetoscopio, la reacción de pupila de ojo, la punción de encías, el vaho en fosas nasales, hasta el uso de cardioscopios para detectar la frecuencia vital.
La muerte somática se puede definir cuando el sujeto efectivamente está muerto, pero sus órganos siguen vivos. Es el caso de los implantes de riñón o incluso de corazón. Los tejidos son conservados una vez extraídos del muerto e injertados en otro organismo.
La muerte molecular es cuando la cadena de descomposición arrastra prácticamente a todo el cuerpo y ya es imposible revertir el proceso.
La pregunta que cabe entonces: ¿Muerte dónde estás...? Con cierta propiedad podría decirse que única y finalmente en la molecular.
Pero ni las definiciones de la muerte ni la existencia comprobable de la catalepsia pueden explicar el mito tan difundido de los Enterrados Vivos, cuya inquietante popularidad dio origen al velorio de 24 horas, tal cual hoy lo conocemos.
Son numerosísimos los ejemplos que se relatan de boca en boca . El más notable cuenta que durante el conflicto de Vietnam se conoció que muchos de los cadáveres de soldados que retornaban para ser sepultados en su país, presentaban signos de haber vuelto a la vida dentro del féretro.
Para referirme a Argentina, yo mismo he relatado en esta página la historia de Rufina Cambaceres, cuyo cuerpo fue encontrado aferrado a la reja de la bóveda familiar, intentando salir. O la leyenda del famoso animador Héctor Coire, pionero de la televisión argentina, en la que se asegura que, al ser abierto el cajón, se hallaron marcas de rasguños en el interior de la tapa y su cuerpo dado vuelta, boca abajo. También se agrega el caso de Alfredo Gath, uno de los dueños de la tienda Gath & Chaves que, como temía ser enterrado vivo, preparó un féretro que se abría por dentro y contenía una campanilla para dar la alarma.

Durante la edad media y tiempo después se extendió el uso del extracto de aconito
Una planta que crece en los bosques españoles y el sur de Francia este extracto
Ocasionaba un trance similar a la muerte
Debemos recordar que el aconito es una planta venenosa

Esto de ser enterrado vivo no solo pasaba en la edad media y en Europa
De este lado del atlántico y ya en nuestra era los arqueólogos descubrieron numerosas cuevas donde eran llevados los muertos con las paredes llenas de arañazos y cuerpos tirados contra las rocas de entrada que sellaban la cueva
Como sacrificios humanos de esta naturaleza no existían entra las tribus americanas
Con buen criterio se llego a la conclusión de que habían sido sepultados con vida.

El origen del acto velatorio

Precisamente para evitar confusiones se instauro que antes de ser llevado a su última morada una persona debía esperar por un lapso de entre 24 y 48 hs. creando así la ceremonia velatoria
Que recibe este nombre ya que los familiares y deudos quedaban velando por si
Sucedía el milagro de que el difunto despertara
Sin embargo aunque se conocen casos en los cuales las personas despertaron en medio de su funeral los entierros prematuros siguieron siendo numerosos
Hace no muy poco tiempo hubo un caso que conmovió a la isla de cuba
Una mujer embarazada fue considerada muerta junto con el feto fue llevada luego del velatorio a la cripta familiar días mas tarde los deudos abrieron la cripta a fin de depositar el cuerpo de otro familiar fallecido y se encontraron con la sorpresa de ver a la madre con su criatura en brazos
El niño había nacido allí y milagrosamente ambos habían sobrevivido en aquel lugar
Hoy día esa cripta fue convertida en un lugar de culto religioso donde hoy la cripta es un altar
Los casos de los enterrados vivos tuvieron mucha repercusión social tal es así que el novelista ingles milkie collins dejaba todas las noches antes de acostarse a dormir sobre su mesita de noche un instructivo preciso de lo que se debía hacer en caso de que muriera o eso aparentara para evitar ser enterrado vivos , otro literato muy conocido Hans Cristian Andersen , nunca salía de su casa sin llevar una nota en el bolsillo con las recomendaciones que debían tomarse para no ser llevado antes de tiempo al cementerio
Y aun hoy día muchas personas ponen cláusulas en sus testamentos a fin de poder evitar tal tragedia
Otras causa que aterra

Otra de las terribles enfermedades que podrían causar que mas de uno se fuera a la fosa antes de tiempo es la producida por la picadura de la mosca TSE-TSE que provoca en las seres humanos un sueño letárgico en los cuales los signo vitales disminuyen a imperceptibles y los reflejos desaparaencen
Pero la famosa enfermedad del sueño oriunda de África deja a diferencia de la catalepsia todos los sentidos y el razonamiento funcionando por lo tanto este pobre individuo puede tener conciencia pero le será imposible realizar alguna acción que impida en prematuro entierro
También los estados coléricos , problemas de adaptación psiquiatrita y coma hipoglucemico se suman a la lista de las causas de los enterrados vivos
Hay un caso en Rusia de una mujer que fue considerada muerta por su familia ya que
Presentaba falta de signos de respiración e inmovilidad incluso preintento el típico rigor mortis con el corre de las horas
El medico llego e informo a la familia que ya había comenzado a velarla aunque solo habían pasado 2 horas que iba a constatar la muerte de mala gana le contestaron que lo hiciera aunque preferían que la dejaran descansar en paz
El cadáver estaba a punto de ser bañado para su puesta en el cajón cuando el medico noto un olor peculiar como el de las manzanas maduras o el de el liquido que se utiliza para remover el barniz de uñas o esmalte fue lo que lo alerto y pregunto a la familia si la victima era diabética la respuesta positiva lo llevo a revisarla mas de cerca comprobando que estaba sufriendo un coma diabético lo que evito que la enviaran a l camposanto antes de hora

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